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Historia de Éxito: El proyecto Cáscara de Papa se hizo realidad en Villa Mercedes

Published 07/25/2025 by Global Communities Argentina

Cecilia Urtubey es una de las fundadoras de la asociación civil Bives, uno de esos espacios increíbles, llenos de amor y solidaridad, llenos de magia y buenas intenciones que cada tanto aparecen en algún rincón del mundo para transformar todo lo que está alrededor en algo mejor.

Como muchas de las mejores que ocurren en la vida, Bives nace de un grupo de amigos que se reunió para brindar ayuda a quien lo necesite en el corazón de una ciudad con muchísima alma de pueblo como lo es Villa Mercedes en la provincia argentina de San Luis.
“Bives nació de una idea que yo tuve: formar un grupo que participara no solamente en lo social sino que también abarcara un montón de áreas. Primero me puse a diagramar la idea, porque yo no quería que fuéramos una institución que solamente se ocupara de una sola temática (como el Rotary Club, Bomberos etc). Yo quería que fuéramos la única institución de Villa Mercedes que tuviera área, y acá estamos”. Ese inicio tan multidisciplinario les permitió crecer, incorporar mucha gente y ayudar en todos los rincones de le región. “Nosotros tenemos la parte de comercio, salud, deportes, medioambiente, prevención de las adicciones”.

Una de las cosas que caracteriza el trabajo de Bives desde su inicio informal hace más de 25 años, es entender la importancia del trabajo en equipo, de forma interna, pero también con el resto de las organizaciones, algo que Cecilia tiene incorporado desde su trabajo en CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), es decir, la importancia de trabajar en forma asociativa.
“Nosotros nacimos como parte de un grupo de amigos, pero también de vecinos y comerciantes. Esto de empujarse entre todos es fundamental y acá en Villa Mercedes nos conocemos todos. Eso es bueno porque saben como trabajamos, que ayudamos a la comunidad, entonces cuando pedís una mano te la dan. Nuestra sede actualmente está en la planta baja de la casa de mi hijo, que estaba en desuso y se la pedimos prestada. Nos vino bárbaro porque ahí pudimos hacer reuniones, festejos y conocimos a muchos otros grupos como nosotros. Esta es la forma de unir a esos grupos y poder proyectar juntos por más que no tengamos la misma temática, pero sí el apoyo. Ellos hacen su actividad y si necesitan algo de nosotros, se lo damos, y viceversa”.

Justamente bajo este lema de trabajo colaborativo, Bives recibió la buena noticia de la llegada de Global Communities que de la mano de la empresa Cargill llegaba a la ciudad de Villa Mercedes para trabajar el programa Impulsa, que buscaba el fortalecimiento de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
“Cuando llegamos a la reunión, Jimena (especialista en territorio de Global Communities) nos explicó lo que era y… ¿viste cuando vos sentís que se abre una puerta a posibilidades?. Nosotros siempre estamos atentos, y apostando por cosas nuevas para crecer. Entonces cuando nos explicaron cómo funcionaba todo y la oportunidad de poder tener nuevos socios para llevar adelante proyectos, enseguida supimos que las cosas no se dan por casualidad”.

Cecilia cuenta que sabían que existían empresas que apoyaban a las organizaciones como lo hace la Municipalidad, pero que no habían pensado nunca con presentar un proyecto de este nivel.
“Sabíamos por supuesto que Cargill estaba acá en Villa Mercedes, pero nunca imaginamos que
nos iba a terminar apoyando para que lográramos arrancar con el proyecto “Cáscara de Papa”.

El proyecto Cáscara de Papa que definimos apoyar junto a Cargill en Villa Mercedes

Orlando es el coordinador del área de medioambiente de la organización Bives. Cecilia cuenta que “es un hombre que estudia mucho todo eso, le encanta. Él en su casa ha hecho experimentos, inventos y de todo con las plantas. Ha presentado un montón de propuestas, algunas muy grandes, otras más pequeñas. El proyecto Cáscara de Papa era muy lindo, pero cuando nosotros lo presentamos en las escuelas nos decían que le faltaba la parte pedagógica. Falta la llegada a los chicos, ¿cómo lo van a enseñar?.

Gracias a la capacitación en desarrollo de proyectos, desde Bives se pusieron a trabajar para darle la
vuelta final a un proyecto que sentían era el más viable. “Con el Cáscara de Papa podíamos participar con las escuelas, los maestros, además de impactar en las familias y en el desarrollo local de las
comunidades. Y además esto puede llegar a crecer un montón”.

El proyecto ya comenzó a implementarse en el jardín Rincón Munay. La propuesta es que los alumnos de cada salita o grado armen un proyecto de compostaje como actividad del jardín o el curso. Los chicos llevan los residuos desde su casa para ponerlos en las composteras, siendo acompañados en el proceso por la gente de Bives. La idea es que a fin de año los chicos se puedan llevar a su casa un plantín que creció en esas composteras para replicar luego este modelo en sus hogares. “Que ellos vean que todo se recicla, que no hay que tirar, que las cosas pueden volver a ser usadas. Es hermoso el proyecto, además los chicos van a pintar las composteras ellos mismos”.

El deseo estaba, la gente también y la voluntad de trabajar en equipo sobraba. Faltaba la pata de una
empresa del sector privado que sumara su apoyo para que primero con capacitaciones y luego con el
aporte de las composteras, “Cáscara de papa” dejara de ser un proyecto para convertirse en realidad.